Por Fernando Retamozo. Politólogo y Periodista.
Donde solo se concibe el bien, la Tierra sin Mal, se dio el encumbramiento de lo nuevo con el Misionerazo del 30M, que reunió a 50 mil personas, en su mayoría jóvenes, que terminaron de configurar la ampliación de la Renovación Neo, exhibiendo un blend que amalgama a las primeras generaciones de Renovadores con las actuales, más la extensa camada de jóvenes Libertarios que confluyen para crear un nuevo país y seguir defendiendo el modelo de provincia.
Estamos ante un contexto histórico que nos invita a compartir puntos de vista y acabar con el diálogo de sordos, para construir un futuro mejor para el país y la provincia, teniendo la responsabilidad de evitar que perdamos el camino por ser incapaces de abrir espacios para la concordia y de encontrar oportunidades en las diferencias.
Al concluir la supuesta crisis, el pueblo misionero se manifestó en el Misionerazo del 30M que convocó a 50 mil personas, en su mayoría jóvenes, que reconocieron y apoyaron en las redes sociales a un Gobierno provincial que siempre y en todas las circunstancias estuvo abierto al diálogo, con generosidad y empatía hacia todos los sectores.
Los misioneros, sin permitir que ingrese en su territorio el odio, la incomprensión y la intolerancia; en la convocatoria por la paz, la libertad y en contra del atropello, dejaron en claro que ya no toleran los modos viejos de protesta, con piquetes, ataques personales, con actitudes patoteriles y pisoteo a los derechos de toda la comunidad.
Cuentas Claras
Los sucesos de la última semana configuraron un cóctel positivo y revitalizador para el Frente Renovador que además de superar este obstáculo, que hubiera sido normal y cotidiano en cualquier provincia en este contexto económico, pero que tuvo los condimentos partidarios opositores y evidentes raíces nacionales usando a Misiones como laboratorio de ensayo de una posible crisis nacional. Con la presencia de opositores instigadores escondidos detrás de una protesta de sectores minoritarios.
Para ser más específicos, 30 mil docentes trabajan en Misiones y menos de 300 participan activamente de los cortes o acampes, alcanzando el 1%. Mientras que 10.500 policías activos cumplen funciones en la provincia y menos de 100 se plegaron activamente al reclamo encabezado por 200 retirados y sus familias.
Es más que suficiente para aclarar que el ruido, magnificado por medios nacionales, tenía el 1% o menos de representatividad del total de los trabajadores de cada sector.
Teniendo en cuenta que se dieron desde el ejecutivo provincial tres aumentos en cinco meses del año, igualando y superando la inflación, acción que no realizó ninguna provincia del país.
Se expusieron los intentos sin argumentos de cargarle a la provincia un problema económico que afecta al país, que se comprueba en todos los indicadores económicos públicos o privados, nacionales o internacionales, ya que el país está en recesión y atraviesa una época de ajuste del gasto.
En este aspecto, las familias del país perdieron poder adquisitivo y ajustaron gastos, en esta misma línea todas las provincias tienen 30% menos de recursos que el año pasado.
Por otro lado, los opositores no solo instigaron, sino que intentaron sacar ventajas políticas y generar caos en Misiones para tener ventajas locales y también nacionales, ya que,además del gobierno provincial, el objetivo también era el ejecutivo nacional.
Pero como contrapartida hubo una brillante estrategia de la Conducción de pagar el sueldo en forma anticipada para que todos vean que no eran “sueldos de hambre” y luego darle participación en la discusión salarial a los policías activos que no se plegaron al piquete, lo cual dejó sin asunto a los intentos de pocos retirados de ensuciar el reclamo y desinformar.