Por Fernando Retamozo*.
El robot Da Vinci fue noticia nacional debido a su incorporación en el Sanatorio Finochietto de la Ciudad de Buenos Aires, privilegio que disfrutan los misioneros hace más de 10 años gracias a una política de salud previsora e innovadora.
En la semana del centenario del nacimiento de René Favaloro, una de las figuras más importantes de la medicina nacional e internacional, fiel defensor e impulsor de un sistema sanitario público de calidad, nos hace repensar en la importancia de la inversión y planificación en políticas públicas correspondientes a la salud del pueblo misionero.
Ya que las políticas de salud afectan directa o indirectamente a todos los aspectos de la vida cotidiana de las personas, es por ello que la búsqueda de un sistema de salud inclusivo debe ser prioridad para los gobiernos, donde cuidar el bienestar del pueblo sea el norte de la gestión.
Por ello, el gobierno provincial de Misiones gestionado por el Frente Renovador de la Concordia adquirió el robot Da Vinci hace más de 10 años, siendo el Hospital Ramón Madariaga uno de los únicos del país en poseer dicha tecnología, sumado a que los misioneros no deben pagar absolutamente nada para su utilización, debido a que el estado provincial se hace cargo del costo del procedimiento, que suele rondar por los 7 millones de pesos.
Además, hay que tener en cuenta las ventajas que otorga el Da Vinci al potenciar las habilidades del cirujano, dado que esta nueva tecnología minimiza los movimientos involuntarios de la mano humana y logra así un aumento en la precisión, brindando una imagen ampliada y tridimensional del interior del paciente.
(*) Politólogo y periodista