Una vida dedicada al agro: Otto Goritz, candidato del Frente Renovador Neo a la Cámara de Representantes

Otto Goritz será candidato a diputado provincial por el Frente Renovador Neo. Ingeniero agrónomo, servidor público y referente productivo en Misiones, lleva años trabajando en el interior profundo de la provincia. “No hubo un momento clave que me haya llevado a esto, simplemente es lo que siempre sentí. Una vocación de toda la vida por estar al servicio de mi gente”, expresa con convicción.

Otto se crió en Campo Grande, en el centro de Misiones, y ahí formó sus valores. “Tuve una infancia de chico de pueblo, muy tranquila, con mucha libertad. Siempre cuento que cuando llovía, salíamos todos corriendo a jugar a la canchita. Fue una infancia sana, de barrio, de amigos”, recuerda. Fue en ese ambiente, marcado por la cercanía y el compromiso comunitario, donde empezó a gestarse su vocación por el servicio.

Ambos padres de Otto son médicos y trabajan hasta el día de hoy en el hospital de Campo Grande. “Siempre los vi atender a la gente con devoción. Si un paciente no podía llegar al hospital, íbamos nosotros. Muchas veces dejaban lo que estaban haciendo para ayudar. De chico, acompañaba a mi papá en la camioneta a la colonia, con el mate en la mano. Así fui entendiendo lo que significa servir a los demás”.

Formación y arraigo: construir desde el interior

Desde joven, se formó en escuelas agrotécnicas como el Instituto Línea Cuchilla. Luego se graduó como ingeniero agrónomo en Virasoro y decidió volver a Campo Grande. Trabajó en el Instituto de Enseñanza Agropecuaria, siempre en contacto con productores, estudiantes y chacras. “Ahí reafirmé mi decisión de quedarme en Misiones, de trabajar por esta tierra, con su diversidad única y su modelo productivo propio”.

Una década de trabajo público con los pies en la tierra

Con más de diez años de experiencia en el Ejecutivo provincial, siempre dentro del espacio de la Renovación, destaca la importancia de la cercanía como forma de gestión. “No tenemos problemas de horarios. Si hay que ir un domingo a una chacra, vamos. Siempre estuve cerca del productor. Esa es la única forma real de entender qué necesita nuestra provincia”.

Goritz impulsa el uso de tecnología como motor del desarrollo rural. Desde sensores y riegos automatizados hasta conectividad satelital, busca que el productor tenga más control y más tiempo. “Hoy un productor puede activar una bomba de agua desde su celular. Y donde antes no había señal, hoy conectamos colonias con Starlink. Eso cambia la vida”.

Bioinsumos: salud para la chacra y para el productor

“Ya no concibo el uso de herbicidas”, afirma con firmeza. En su visión, el futuro está en los bioinsumos: biofertilizantes, insecticidas biológicos y preparados naturales. “Siempre los llevamos en la camioneta. Los enseñamos a usar, a preparar, y ahora también los aplicamos con drones. En 15 minutos hacés lo que antes te llevaba un día entero. Es eficiente y, sobre todo, saludable”.

Educar para el arraigo: jóvenes que se quedan

Uno de los ejes centrales de su propuesta es fortalecer el arraigo rural. “Los jóvenes son el futuro productivo de Misiones. Hay que darles herramientas para que quieran quedarse en su tierra. Por eso impulsamos programas educativos como Sembramos Conocimientos para Crear Arraigo Rural, que capacitan y motivan a los chicos para emprender desde la chacra”.

Para el ingeniero, la agroecología no es solo una alternativa: “Es el camino”. Promueve modelos de producción sustentables, sin químicos, respetuosos con el ambiente. “Fuimos desarrollando sistemas de certificación participativa, donde los productores garantizan la calidad de lo que venden. Eso cuida al productor, al consumidor y al entorno natural”.

Soberanía alimentaria, una meta integral

Goritz no separa lo productivo de lo social ni de lo ambiental. Su enfoque busca soberanía alimentaria desde la producción local, el respeto al ecosistema y la generación de ingresos. “Cuidamos semillas, protegemos vertientes, promovemos ferias francas. Apostamos a mercados de cercanía para que los alimentos estén más cerca, sean más baratos y mejores”.

Para apoyar al pequeño productor, cree en una estrategia simple: estar. “Escuchar, acompañar, gestionar. Muchas veces los problemas no son grandes, solo necesitan una respuesta rápida. Con los intendentes encontramos aliados clave. A veces es una máquina, un camino o una alcantarilla. Resolver eso, también es política”.

“El gran objetivo es que nuestras chacras estén llenas de agricultores. Para eso hay que garantizar el buen vivir del productor, su salud y la de su familia. Hay que dejar atrás los pesticidas y construir un nuevo modelo de producción. Un modelo que cuide el agua, el suelo, la biodiversidad. Que nos permita vivir de lo nuestro, con orgullo, salud y dignidad”.

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