(*) Por Nicolás Marchiori
En las elecciones presidenciales de 2023 la sociedad decidió resetear el statu quo y dejó un fuerte mensaje a toda la clase dirigente. El nuevo tiempo que transita la Argentina demanda hombres y mujeres que estén a la altura para solucionar los problemas y salir de la crisis. En este contexto, la Renovación Neo da grandes muestras de racionalidad y de un profundo respeto a la voluntad popular expresada en las urnas.
Henry Kissinger, reconocido ex Secretario de Estado durante las presidencias de Nixon y Ford y asesor de muchos otros presidentes estadounidenses, en su último libro Leadership, publicado meses antes de su fallecimiento, sostiene que cualquier sociedad, con independencia de cuál sea su sistema político, se encuentra en un tránsito perpetuo entre un pasado que conforma su memoria y una visión del futuro que inspira su evolución. En ese recorrido, el liderazgo es indispensable: hay que tomar decisiones, ganarse la confianza, mantener las promesas, proponer una forma de avanzar. Sin liderazgo, las instituciones pierden el rumbo y se exponen a una irrelevancia cada vez mayor y, en última instancia, al desastre.
Para que las estrategias inspiren a la sociedad, los líderes tienen que ser didácticos: comunicar los objetivos, mitigar las dudas y movilizar apoyos.
El liderazgo es aún más esencial durante las transiciones, cuando los valores y las instituciones pierden relevancia. Es en estos momentos cuando los líderes están llamados a hacer diagnósticos y pensar de manera creativa.
La mayoría de los líderes no son visionarios, sino gestores. En todas las sociedades y en cualquier nivel de responsabilidad, se necesitan administradores que guíen a diario las instituciones que se les confían. Pero, durante los períodos de crisis (ya sea una guerra, un cambio tecnológico brusco, un disrupción económica inquietante o turbulencias ideológicas), la gestión del statu quopuede ser el curso más arriesgado de todos. En las sociedades afortunadas, esos momentos convocan a líderes transformadores.
En estos contextos emergen los estadistas visionarios que tienen tareas esenciales. En primer término, deben preservar su sociedad, manipulando las circunstancias en lugar de dejarse abrumar por ellas. Estos líderes aceptan el cambio y el progreso, mientras se aseguran que la sociedad conserva su sentido esencial mediante las evoluciones que fomentan en ella. En segundo lugar, debe atenuar la visión con la cautela, teniendo en cuenta una cierta noción de los límites.
Los líderes sensatos que encajan con la calificación de estadista podrán reconocer cuándo las nuevas circunstancias exigen que se superen las instituciones y los valores existentes. Pero entienden que, para que sus sociedades prosperen, tienen que asegurarse de que el cambio no excede lo que estas pueden soportar.
La agenda que fija la sociedad
En 2023 la ciudadanía, además de definir los destinos del país y la provincia, dio un fuerte rechazo a todo el arco político. El hartazgo de la gente ante una clase dirigente que ponderó su propia agenda, disociada de las necesidades reales de la sociedad derivó en un reseteo del statu quo.
En primer término, los resultados de las elecciones provinciales del 7 de mayo dieron los primeros indicios de lo que se venía gestando en la sociedad. Los misioneros reafirmaron con contundencia su preferencia por el proyecto político llevado adelante por la Renovación Neo y que permite a Misiones transitar un camino de transformación permanente. Como contrapartida, el pueblo misionero rechazó las propuestas que iban colgadas a los dos grandes frentes nacionales: el Frente de Todosy Juntos por el Cambio. De allí se desprende una primera interpretación: por un lado, la ciudadanía ponderó a aquella propuesta que nunca dejó de lado la agenda de la gente y que pese a las diferentes dificultades no se quedó de brazos cruzados y siempre buscó atender las necesidades y defender los intereses de cada misionero; y por el otro, dio la espalda a los principales protagonistas de la desafección política y la apatía de gran parte de la sociedad, como dijimos, los representantes del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio que siempre ponderaron sus propias agendas atadas a sus intereses y disociados de la ciudadanía.
Posteriormente, en las elecciones generales de octubre, los misioneros volvieron a dar un nítido mensaje al elegir mayoritariamente a los diputados y senadores de Innovación Federal (la propuesta presentada por la Renovación Neo) como los principales defensores de los intereses de los misioneros ante el Congreso de la Nación.
Y finalmente, en la segunda vuelta presidencial del 19 de noviembre, optó por Javier Milei, una figura que irrumpió en la escena política y logró transformarse en el elemento aglutinador de ese hartazgo hacia una clase política que se había olvidado de la gente.
En Misiones, la Renovación Neo ha mostrado siempre un respeto irrestricto a lo expresado por la voluntad popular en cada acto eleccionario. El Ing. Carlos Rovira ha manifestado en varias oportunidades que el acto más sagrado que tiene la democracia es el sufragio y es allí adonde se expresan los designios del soberano. La voz del pueblo es incuestionable.
La provincia ha dado cátedra a todo el país de cómo se hace para neutralizar los efectos devastadores de la grieta y cómo se puede garantizar la paz social sin caer en peleas intestinas que no conducen a ningún lado y sólo producen el estancamiento de una sociedad que es arrastrada a lugares oscuros, producto del odio y la intolerancia. En una excelsa muestra de coherencia política, los antecedentes dan cuenta de que la provincia siempre tuvo conductas responsables y democráticas tendientes a garantizar la gobernabilidad de los presidentes, sin importar el color político, nunca puso palos en la rueda. Esa coherencia política de la que hace gala el misionerismo es la que les faltó a los grandes frentes nacionales y los llevó a convertirse en estructuras obsoletas en franco proceso de desintegración.
La Nación mira con admiración a Misiones
El pasado viernes aterrizaron en la provincia el ministro del Interior de la Nación Guillermo Francos y Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría General de la Presidencia y uno de los principales armadores políticos de La Libertad Avanza. La visita tuvo una fuerte repercusión nacional, atento a que se trata de una de las primeras provincias en donde el Presidente de la Nación pide consenso y busca articular una agenda de trabajo conjunto que le permita gobernabilidad en el país.
Los principales medios nacionales destacaron la reunión de los enviados de Milei con Carlos Rovira, en donde según trascendió mantuvieron una “elevada charla” sobre la actualidad del país y coincidieron en “realzar a la política al alto nivel” para solucionar los problemas de la gente y salir de la crisis lo más rápido posible. Francos y Menem prestaron particular atención al análisis que realizó Rovira acerca de cómo ve el panorama nacional.
Ante la escucha atenta de Francos y Menem, el conductor de la Renovación Neo destacó que Misiones es la única provincia del país que no está endeudada y brindó precisiones de cómo se alcanzó el equilibrio fiscal hace ya 20 años. En este sentido, Rovira ponderó el hecho de que Misiones cuente con una ley provincial que prohíbe el endeudamiento para gastos corrientes.
De cara al “Pacto de Mayo”, Milei necesita sumar el apoyo de las provincias y, en ese contexto posa los ojos en Misiones a quien considera un modelo para el resto de país habida cuenta de la coherencia política que siempre ha mantenido la Renovación Neo, que nunca puso palos en la rueda a la Nación y siempre colaboró con el fortalecimiento democrático aportando a la gobernabilidad de los diferentes gobiernos nacionales sin importar el color político y siguiendo los designios del mandato popular.
Luego de la reunión con Rovira, los enviados de Milei mantuvieron un encuentro con el gobernador Hugo Passalacqua, el intendente de Posadas, Leonardo “Lalo” Stelatto y el diputado nacional, Daniel “Colo” Vancsik, quienes detallaron los aspectos más destacados de la gestión provincial y dialogaron sobre las deudas que la Nación mantiene con Misiones por fondos de Anses, obras públicas en ejecución y regalías energéticas.
El ministro del Interior de la Nación se comprometió a trabajar en consenso con la provincia e iniciar un proceso de regularización de las deudas que mantiene el Gobierno Nacional con Misiones, sobre todo en materia de obras públicas que están próximas a finalizar.
Desde el Gobierno Nacional admiran el modelo de gestión provincial, el aporte de ideas innovadoras en el plano económico y político, y la gestión de áreas sensibles como la salud y la educación. Tal es así, que el ministro Francos no se guardó los elogios y en declaraciones públicas consideró que Misiones es un modelo a imitar: “lo que hacen acá es ejemplo para la Argentina, de cómo aprovechar las riquezas naturales en beneficio del medioambiente”, expresó. Resaltó el cuidado ambiental, las oportunidades que se brindan a los jóvenes, y la paz social que se vive en la provincia, a diferencia de otros puntos del país en donde aún perduran las disputas estériles que tanto rechaza la sociedad.
(*) Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Especializado en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer (Alemania) y del Centro de Análisis y Entrenamiento Político (Colombia).